Mi recuerdo más sabroso

No fue hasta hace un año que pude visitar un restaurante clandestino que ni nombre tenia. Con una entrada metalica de color negro y un ambiente bastate peculiar. Sus paredes y muebles eran de color blanco, la madera un poco desgastada pero que le daba un toque rustico. Todo era maravillosamente hermoso, era tan alternativo y sofisticado a la vez que ya me hacia una idea de porque no tenia nombre, ese es su toque. Lo primero que hice fue pedir una spaguetti, al parecer esa es su especialidad, y además pedí un coctel que llevaba whisky y era de color rojo. Cuando la comida llego, me sorpendi mucho, hace tiempo que no veia tal presentación, sobre todo en el spaguetti (amo el spaguetti, por eso lo critico tanto). Aunque la bebida tardo un poco en llegar quede totalmente fasciando. No habia probado un coctel así desde que visite el Sioux Urban Grill en el centro de Bogotá.

El spaguetti, que no lo mencione antes, era en una salsa pomodoro, acompañado de queso parmesado y un par de rodajas de pan de ajo. Estaba estupendamente delicioso, no estaba ni salado ni muy dulce, rozaba el punto de perfección. La cocción er alo mejor de todo, una textura maravillosa que hace mucho no sentía pues pocos cheffs tratan la pasta con tanta finura. Al final de todo tuve que ir a agradecerle al chef y al camarero que me atendieron. Deje una buena propina y sin mucho más que decir me retire del lugar. Es hasta ahora el lugar donde más rico he comido y espero que siga siendo así.

By: Victor Diaz

Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-ShareAlike 4.0 International License.

Comentarios